Enrique...y como él tantos.


El artículo que he elegido para comentar es el que publica La Opinión de Málaga y ha sido por varias razones. Con esto no quiero decir que los otros dos expuestos, no me hayan gustado ni mucho menos, el primero también ha llamado mucho mi atención por la forma del autor de escribir sobre su colega Márquez, y el último artículo la verdad es que me ha resultado más difícil a la hora de leerlo y entenderlo, pero el genio Antonio Gala, escribe así.


Bueno volviendo al artículo de Domi del Postigo, lo he escogido porque es un artículo sencillo a la hora de asimilar su contenido, tiene un vocabulario claro y muy fácil gracias al cual se entiende perfectamente y hace más ligera su lectura y por la otra razón que lo he elegido es porque es una historia que me ha llegado. ¿Quién no se ha encontrado alguna vez con un "Enrique"? Supongo que todos y cada uno de nosotros ya sea en la puerta de la iglesia pidiendo limosna, en las frías noches de invierno refugiándose en los cajeros, o simplemente sentado en un banco con un carrito de la compra, a modo de casa ambulante, en el que guarda toda una vida. Creo que todas esas personas tienen una historia detrás que seguro que si la supiésemos, cambiaria nuestra visión sobre ellos. Es inevitable observar las malas caras que se les da a estas personas, solo por el hecho de no tener unos medios para vivir de forma digna, aseados, con un alojamiento y una alimentación fija. Solemos ser muy superficiales, solo por la imagen que presentan les juzgamos y los encasillamos en un escalón por debajo de nosotros...

Al leer este artículo, he tomado consciencia de muchas cosas como que son personas iguales que nosotros, que no han tenido tanta suerte en la vida o que alomejor en alguna ocasión si pero con el tiempo esa situación no se ha podido mantener y por lo que sea ahora se encuentran sin nada. Supongo que ellos no son felices viviendo de esa manera, que no son indigentes porque quieren y seguro que les gustaría tener todas las comodidades que cualquier persona en buena situación económica, pero en la mayoría de los casos ellos no han elegido esa vida. Creo que deberíamos ser más empáticos en ese sentido, que la respuesta a cualquier petición de ellos pueda ser otra en vez de ese rotundo no que la mayoría de las veces les toca escuchar.
Por último pienso que si todos pusiesemos un poquito de nuestra parte, y mirásemos alrededor de vez en cuando, todos y cada uno de "Los Enriques" nos lo agradecerían.

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