Resumen de Juan Cacho o un cacho de Juan


Juan Cacho es un treintañero malagueño, vive solo en un piso de una comunidad al parecer normal, pero que resulta ser bastante peculiar. Sus rifirafes con su portera, la amistad con su vecino Ángel al que le da clases particulares, su extraña relación con Nieves hermana de éste, la doble vida del presidente de la comunidad, Odón Camuñas, y la extraña muerte de su mujer, son a grandes rasgos los temas que se tratan en el libro. Juan es un tipo corriente, normal y campechano y en este libro se narra la historia del verano mas peculiar de su vida. Como cada año al llegar el fin de curso da clases en la academia La Milagrosa,contratado por cuatro duros por su director, Jaime Calahorra. Allí es donde conoce a Amparito una estudiante de universidad, que lo va a involucrar poco a poco hasta verse envuelto en una atracción que no puede controlar. Acogerá en su casa a Vicente “El dedos”, apodado así por dedicarse al arte del hurto; amigo de la infancia que tras haber pasado varias veces por la cárcel, Juan intenta encarrilar un poco su vida, buscarle trabajo y darle un techo decente. En la primera parte de la obra se describe un poco el entorno de Juan, su vida, sus aficiones, sus conocidos más allegados y menos y nos sitúa un poco para poder afrontar el plato fuerte que a continuación vamos a tener el gusto de saborear. Todo comienza cuando Juan acude a una reunión de vecinos y mientras comprueba el estado de sus pagos en el despacho del presidente encuentra unos videos y unas revistas un poco sospechosas, las revistas claramente no eran para niños y los videos posteriormente comprobará que eran grabaciones con muy poco diálogo y un poco subiditas de tono. En ellas se podía ver a su amada Amparito manteniendo relaciones sexuales con el presidente de la comunidad (supuesto profesor de clases particulares de ésta), ese hombre que parecía no haber roto un plato en su vida. Toda esta historia toma unos tintes más dramáticos cuando en esa misma reunión muere inesperadamente la mujer del presidente. Al principio no se le pasa por la cabeza nada extraño pero poco a poco y con la ayuda de su vecina Nieves, la cosa va tomando más seriedad y se meten de lleno en una investigación por su cuenta ya que la “inocente muerte” más los videos pornográficos encontrados en el despacho de Odón… parecían tener alguna conexión y no muy buena. Finalmente Vicente también se une a la investigación y como no, el hermano de Nieves, Ángel. El dedos consigue un trabajillo en la academia La Milagrosa, gracias a Juan y es allí donde todo comienza a tener sentido. Cuando el director sale de la academia Juan aprovecha para entrar en su despacho y cual es la sorpresa cuando encuentra en el cajón de la mesa un CD con un archivo de texto denominado XXX.txt, al abrirlo comprueba que es una lista de direcciones web con unas contraseñas. Dicha lista la lleva al informático del caso, su vecino Ángel, quien corrobora que son direcciones de páginas web pornográficas y las contraseñas resultan ser el acceso a ellas del webmaster, es decir del creador. Así que sacan ya algo en claro, el director de La Milagrosa, es creador de una infinidad de páginas porno donde aparecen grabaciones caseras. Las cuales son usadas por varios internautas entre otros…Amparito y Odón. Por otro lado Vicente encuentra en los servicios de señoras de la academia, donde estaba haciendo la chapuza, una web cam. Al final resulta que Jaime habló con Amparito para que grabara unos videos para su web con su amigo Odón, los cuales fueron los que encontró Ángel en el despacho de él. Ahora todo tiene sentido, la muerte de la mujer de Odón no fue un accidente la asesinó su marido ya que así tendría menos problemas para llevar a cabo la vida que realmente quería, una vida más liberal y sin ataduras de ningún tipo. La historia de Amparito y Juan tras esto ya os podeis imaginar, acaba en unas disculpas por parte de Amparito mediante una carta. Eso si deja abierta la posibilidad de una relación entre Juan y Nieves.

Prólogo "Juan Cacho o un cacho de Juan"


El libro que tiene ahora mismo entre las manos, le puede parecer un montón de hojas que alguien ha escrito contando algún tipo de historia (ficticia o real, de su agrado o no, interesante, aburrida, divertida, coñazo...) y en parte es eso, un montón de hojas escritas, pero con un matiz. "Juan Cacho o un cacho de Juan" guarda en su interior un sinfín de sensaciones que la persona que se adentre en sus páginas no se imagina que podrá llegar a experimentar con un libro de tapa verde y portada a garabatos. A grandes rasgos Juan se podría describir como aquel típico treintañero español que no sabe que hacer con su vida, sin trabajo fijo, sin novia, y con la edad de estar ya trayendo niños al mundo, a parte de ser todavía un poquito dependiente de su madre... ¡ay las madres! Las madres son un fenómeno todavía por estudiar ya que misteriosamente para ellas nunca te haces viejo, siempre vas a ser su niño por muchos años que pasen; vaya que el día menos pensado estamos recogiendo nuestra cartilla de la jubilación y está nuestra madre en la puerta esperándonos con el bocadillo de Nocilla y el batido Puleva; pero bueno, este tema lo dejaremos que no viene al caso.

Si hablamos de Juan hablamos de una mezcla de inocencia y picardía, de valentía y cobardía, de inteligencia y tontería... su personalidad es de lo más sencilla a la vez que complicada pero aun así, nos roba el corazón a cada uno de los lectores que leemos su historia. Podría ser el Edward Cullen de Málaga, pero sin colmillos... porque ya me dirán ustedes cuando lean este libro, si no se quedan con más ganas, esperando una segunda parte (cual bestseller se tratase). Bueno en definitiva, es un tío muy campechano y natural, hasta tal punto que cada lector que tenga la oportunidad (y la suerte) de conocer su historia, en un momento u otro se sentirá identificado con él.

Si no quieres pasar un buen rato, ni divertirte y que se te escape impulsivamente una sonrisa mirando las líneas que a continuación se escriben, suelta este libro en la estantería y busca otro, porque con este todo eso, no lo vas a poder evitar.

El otoño no termina de llegar.


Supuestamente, el 21 de octubre estrenamos estación, pero el otoño no tiene pantalones de llegar a Málaga, y lo que más me preocupa no es precisamente que el Zara no vaya a vender ni un abrigo hasta diciembre, sino que todavía tengo sin estrenar los guantes y la bufanda que me regaló mi abuela para el día de reyes. A este paso, vamos a tener que hacer una moraga para fin de año, y Papa Noel vendrá en flotador cargadito de regalos. Estamos en la época en la que te levantas todas las mañanas pensando: ¿Pantalón corto y sudadera? ¿Pantalón largo y manga corta? ¿rebeca y chanclas?.... ¿Qué leches me pongo hoy? Por fin me decido: vaquero largo, camiseta de manga corta, rebeca y... tendré que aprovechar las sandalias los últimos días que me quedan (porque son monísimas). Salgo a la calle. Hoy voy a dedicar el camino hasta el trabajo a analizar los modelitos de todo aquel que se cruce en mi camino. La primera: mi vecina del quinto. Ahi estaba ella... con su trenca de pelito, con los botones de colmillo, recién sacadita del altillo. Vaya... el gorro-capucha tenía más arrugas que el acordeón de la que cantaba Los Pajaritos. Salgo del portal y comienza la Pasarela Cibeles. Un grupo de chicas se dirige al instituto. Camisetas de tirantes, leggins y sandalias...¡Ay qué frío! Bueno, bueno... ni calvo ni con tres pelucas. Tras ellas, Paco el del kiosko. Ahí está mi Paco, con su chaquetón del Real Madrid aunque haya perdido con el Alcorcón. ¡Eso es orgullo madridista! Por fín llego a la oficina... ¡Mierda! Mis compañeros se han dejado el aire puesto toda la noche... ¡Le tenía que haber pedido la trenca a mi vecina!

Corrección del texto

Texto:
Un hombre el cual se le perdió su hija que era India. No sabía si la habían secuestrado o se la había llevado su mujer, pero, la desesperación era grandísima. Al final se la encontraron muerta en el desván.

Corrección:
Un hombre al que se le perdió su hija india no sabia si había sido secuestrada o se la habia llevado su mujer. La desesperación era grandísima. Finalmente fue encontrada muerta en un desván.